Desinfección del hogar: Que sus niños vuelvan a casa, pero no el coronavirus.
El virus SARS-COV 2 ha planteado a los gobiernos de todo el mundo el dilema de reanudar los cursos lectivos presenciales, por el riesgo que existe de que las aulas se conviertan en un potencial escenario para el contagio.
Se sabe, a ciencia cierta, que la principal vía de propagación de esta variedad de coronavirus es a través de los fluidos corporales (minúsculas gotitas de saliva, por ejemplo) que son disparados durante una conversación o que son propagados por el contacto corporal.
Para evitar esta forma de contagio, se han establecido normas de higiene que consisten en guardar cierta distancia entre personas, proteger la nariz y la boca con mascarillas y mantener las manos limpias, lavándolas frecuentemente con agua y jabón.
Se sabe menos acerca del contagio a través de superficies tocadas por individuos enfermos.
Existe cierta evidencia de que el coronavirus puede sobrevivir durante días en superficies metálicas, como los pasamanos y las estructuras de los asientos de un bus, y de plástico y otros materiales poco porosos, como paquetes, celulares, carteras, etc.
Y se sabe de muy poco a nada, si el virus sobrevive en las ropas de vestir y de cama o en otros textiles con los que las personas entran en contacto con frecuencia.
Los escolares están primero
Lo cierto es que la lucha contra los virus, las bacterias y otros microorganismos tóxicos debe convertirse en una cruzada permanente, para conjurar tantas y tan diversas enfermedades que afectan a los seres humanos.
Esta actitud defensiva explica, en gran medida, las medidas extremas de protección que cubren desde los zapatos hasta la cabeza, adoptada en los hospitales, para minimizar el riesgo de contagio del coronavirus entre personal de salud y evitar que el contagio rebase las salas de atención hospitalaria.
Lo cierto es que toda iniciativa para evitar el contagio de un virus como el SARS-COV 2 es lo mínimo que quisiera hacer un padre de familia para proteger la salud de sus hijos que regresan de la escuela.
Las circunstancias demandan, ahora más que nunca, la desinfección de colchones, almohadas, edredones y cobijas y en Multiserlim lo libramos hasta de los microorganismos escondidos en las capas internas de muebles y textiles.
Lo logramos mediante la tecnología FastDry, que consiste en inyectar sustancias amigables con el ambiente, mediante un equipo tecnológico que dispara vapor a presión y succiona impurezas y humedad.
El rápido secado elimina el ínfimo porcentaje de humedad residual (2%) evitando la aparición de malos olores.
Nuestros talleres se encuentran en San Jerónimo de Moravia, Costa Rica, y no cobramos por el transporte cuando los objetos a limpiar son trasladados desde San José y otros cantones circunvecinos.
Por la seguridad y la tranquilidad de sus niños y toda su familia, corte de raíz toda vía de contagio del coronavirus, respetando los protocolos emitidos por las autoridades sanitarias del país y realizando una limpieza a profundidad de sus muebles y textiles.
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