Las persianas son elementos decorativos y funcionales que brindan privacidad, control de la luz y protección solar en nuestros hogares u oficinas. Pero también acumulan polvo, suciedad y manchas, lo que afecta su efectividad y apariencia.
Además, en invierno, las cortinas y persianas se ven afectadas porque a veces tenemos las ventanas o celosías un poco abiertas y se nos olvida cerrarlas o no estamos en casa mientras cae el aguacero.
También puede ser que exista cierta filtración de agua porque el marco de la ventana no está bien sellado y se pasa la lluvia o, en general, porque el ambiente está más húmedo y afecta distintos espacios de nuestra vivienda.
Esta humedad crea hongos (moho) en las telas, sean muebles, cortinas o persianas provocando a su vez veragua que hace ver las prendas de forma desagradable y generar mal olor.
Por esa razón, hoy queremos compartirle algunos tips para proteger la integridad de sus persianas, manteniéndolas en buen estado durante la época lluviosa y alargando su vida útil.